UN JUEZ ASESINA NUEVAMENTE A SEAN BELL

Un asesinato es un asesinato a pesar de que haya un juez que diga lo contrario.
El juez existe y es el que ha exculpado a los policias de la ciudad de Nueva York que el 25 de noviembre del 2006, en un confuso incidente, dieron muerte de 50 disparos a Sean Bell, un joven afro americano de 23 años, que ese día debía contraer matrimonio y de quien dijeron que confundieron con un peligroso delincuente.
Bell y dos amigos que también resultaron heridos, no portaban armas, ni constituían peligro para nadie y menos para los policias que les dispararon.
Cuando ocurrió el asesinato de Sean Bell, a causa de la brutalidad policial, una corriente de indignación recorrió todo el mundo y al mismo tiempo, generó una suerte de solidaridad con la familia y con la novia que cambió su vestido que tenía listo para utilizar en la ceremonia de su matrimonio por uno de luto que debió usar para el velorio de su prometido. La novia también era la madre de los dos hijos de Bell.
Pero creo que la actuación del Juez Arthur J. Cooperman que tuvo a su cargo juzgar a los policias Michael Oliver que disparó 31 balas, Gerard F. Isnora y Marc Cooper,supera todo lo imaginable, pues no ha tenido ningún reparo en señalar que " la respuesta de los acusados no se encontró que fuera criminal".
Por eso no es de extrañar que figuras que lideran la lucha por los derechos civiles y la igualdad de oportunidades, como es el caso del reverendo Al Sharpton, están dispuestos a encabezar la protesta ciudadana , para que se haga justicia y los asesinos de Sean Bell sean juzgados nuevamente. y la ciudad de Nueva York quede limpia de ese baldón que la justicia le ha impuesto innecesariamente.

LAS SEÑALES ESTAN POR TODAS PARTES

No hay que ser economista, ni especialista en análisis económico o en ciencia política, para percibir que algo está ocurriendo en los Estados Unidos y que más tarde o más temprano va a terminar pasándonos la factura.
Las señales de alarma están por todas partes
232,000 puestos de trabajo se han perdido en el primer trimestre del 2008.
En el mes de marzo que acaba de pasar, 80,000 personas perdieron su trabajo y si la tendencia continúa en los próximos meses, la crisis será terrible y nos imaginamos que sus efectos se sentirán en todo el mundo .
El hecho que se hayan dejado de consumir 475,000 barriles diarios de petróleo en comparación con el consumo del año anterior, es una demostración de lo que estoy diciendo.
Pero lo que realmente resulta preocupante es el hecho de que una gran parte de la población de Estados Unidos, piensa que su país va en la dirección equivocada y mientras dure la guerra en Irak y Afganistan, la situación se seguirá agravando y los problemas continuarán sin solución.

EL CAZADOR DE COCODRILOS YA TIENE SUCESOR

Aunque siempre se dice que una golondrina no hace un verano; no podemos dejar de destacar, el comportamiento heroico de un marido que rescató a su esposa de las fauces de un cocodrilo, al que tuvo que golpearle los ojos a puño limpio y de manera muy fuerte, para que soltara a su presa, a la que ya había causado múltiples heridas en las piernas y que los médicos que la atendieron calificaron como serias y que han obligado a la mujer rescatada a permanecer internada en un hospital.
El hecho que causa nuestro reconocimiento y admiración, ocurrió en el Parque Nacional de Litchfield, ubicado cerca de la ciudad de Darwin en Australia.
Además de la suerte de la mujer, del extraordinario coraje del marido que no dudó un instante y procedió a rescatarla sin considerar el peligro que corría, es evidente que se ntrata de una gran historia de amor y este tipo de historias, todavía pueden conmover a la gente sensible que existe en todo el mundo.
Este hecho de naturaleza singular, nos ha permitido recordar el caso de Stewe Irwin el famoso naturalista australiano que falleció a los 44 años de edad, el 4 de setiembre del 2006 como consecuencia de la picadura de una manta raya.
¿Es que acaso Stewe Irwin ya tiene sucesor?