LA AUTORIDAD PRESIDENCIAL NO PUEDE ESTAR POR ENCIMA DE LA LEY

En Estados Unidos, el Juez Federal John Bates ha resuelto que los asesores del presidente Bush, y en el futuro los de cualquier presidente, tendrán la obligación de comparecer ante las citaciones del congreso y no escudarse, en la llamada autoridad presidencial, para no concurrir a los requerimientos del legislativo.
Tan importante es la resolución del juez Bates, que los representantes demócratas han considerado ese fallo, como un fuerte respaldo al principio jurídico universalmente aceptado, de que nadie está por encima de la ley.
Esta situación, que constituye una vuelta al camino de la juridicidad, se ha originado por la indebida pretensión del presidente Bush, de actuar por encima de la ley, sin ninguna limitación y de acuerdo con la llamada "autoridad presidencial" que él había adoptado ( seguramente, mal aconsejado) para no observar lo dispuesto por la constitución, el congreso y las leyes.
Hay un hecho, que muchos deben de recordar. Se trata del escándalo ocasionado durante la gestión del ex secretario de justicia Alberto Gonzales, en que la administración, despidió a 9 fiscales federales, porque carecían de simpatías por el partido repúblicano y sobre todo, porque no eran manejables. Como consecuencia de ese acto indebido, el congreso inició una investigación que terminó con la renuncia de varios funcionarios involucrados entre los que estaba el propio Gónzales y y ahí fue cuando se impartió la orden presidencial, para que dichas personas no acudieran a las citaciones .
Aunque la administración, puede apelar a la resolución del juez Bates, todo parece indicar que la misma quedará firme y consentida.