INGRID BETANCOURT

Ingrid Betancourt es un símbolo de la tragedia de nuestro tiempo.
Nadie puede permanecer ajeno, ni indiferente a su desgracia.
Sus padecimientos nos afectan a todos por igual. Este no es un asunto que sólo atañe a sus familiares y amigos y a los ciudadanos de Colombia. Todas las personas que amamos la libertad, deberíamos hacer algo más por Ingrid.
Betancourt, secuestrada y retenida contra su voluntad en la selva colombiana desde hace más de seis años por un grupo que se dice revolucionario pero que práctica un quehacer delictivo, se encuentra en peligro de perder la vida, si no recibe de inmediato, tratamiento médico especializado.
El gobierno de Colombia ha ofrecido otorgar una suerte de amnistía por razones humanitarias a militantes de las FARC que se encuentran detenidos. a cambio de la liberación de Betancourt.
El gobierno francés ha ofrecido enviar un avión ambulancia a Colombia para que recoja a Betancourt en el caso de ser liberada y la traslade a Francia para su tratamiento y recuperación.
Ojalá que el ofrecimiento tardío del gobierno colombiano pueda tener un resultado satisfactorio.
Mientras tanto, pensemos de manera positiva y si somos religiosos recemos por la liberación de Ingrid.